Atletas de todo el mundo se reúnen en Pekín para el Campeonato mundial… de baile del caño.
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El pole dancing es una disciplina que incluye coreografía, fuerza y una increíble flexibilidad. Pero uno de los principales retos de quienes la practican es cambiar la percepción de la gente.
‘Después de muchos espectáculos y competiciones, ya sabes quién tiene talento y eso es lo que le hacemos llegar a la audiencia, esto no es un baile de streapteasse. Es un deporte duro, un deporte extremo’, señala Dimitry Politov, ganador de la final masculina.
‘Lo tomamos como entrenamiento con caño, tratando de alejar las connotaciones negativas que se suelen asociar con el caño, llevándolo más a la industria del deporte que a la del strepteasse’, añade Kay Bailey, finalista por parejas.
La campeona mundial de 2013, Fang Yi, entrenó en secreto durante años antes de contarles a sus padres de su pasión.
“Al principio no lo entendían, entonces empezaron a ver videos míos en las TV y artículos en internet. Estaban preocupados de que me pudiera caer, por mi seguridad. Pensaban que era duro pero después me apoyaron”, cuenta Fang Yi, campeona mundial femenina en 2013.
Para Ke Hong, que quedó segundo el pasado año, este deporte es la manera perfecta de mostrar su fuerza y su lado femenino.
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‘Ellos pueden ver que los movimientos de un chico no solo tienen poder, también pueden ser sexys y elegantes’, señala Ke Hong, participante en categoría masculina.
Ke ha quedado en tercer lugar este año, con una sugerente combinación de estilo masculino y femenino.
Sus compatriotas no tuvieron tanta suerte, el resto del equipo chino se llevó únicamente el premio al mejor vestuario.
Pero en esta competición hay algo que une a los contrincantes: el sueño de que esta disciplina sea, algún día, un deporte olímpico.
