En su pequeño apartamento en Albi, en Francia, Stéphanie no deja de ver su gol. Incluso hoy tiene dificultades para explicarlo:
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“Simplemente sucedió, di el primer toque con la derecha, luego con la izquierda para lanzarla por encima de la cabeza de los defensas y después rematé de volea a gol. Tuve suerte de que no golpeara la escuadra’, recuerda Stéphanie Roche.
Cuando Stéphanie consiguió anotar este milagroso gol, en octubre de 2013, jugaba en su casa, en Irlanda, en las filas del Peamount United.
Era un partido de liga.
Su entrenador de aquel momento decidió difundir el video en Youtube y, a partir de ahí, todo cambio: más de tres millones de visitas y la selección para los Premios Puskas que recompensan a los 10 mejores goles de la temporada.
Era la única mujer en la lista, y quedó clasificada entre los tres finalistas junto a jugadores de la talla de Robin Van Persie o James Rodríguez.
Un verdadero sueño hecho realidad para Stéphanie.
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“Soy la única mujer en la lista, lo que obviamente es un gran honor, quiero decir, como futbolista, estar entre ellos es algo especial, es algo que siempre voy a recordar”, cuenta Stéphanie Roche.
Con solo 25 años, esta atacante irlandesa firmó su primer contrato profesional: unos 1000 dólares al mes más alojamiento.
Ahora, gracias a la fama de su gol, le llueven mejores ofertas.
Creado en 2009, el premio Puskas jamás ha sido entregado a una jugadora. Pero, aunque Stéphanie no se convierta en la primera mujer en conseguirlo, al menos tendrá la oportunidad de cumplir otro de sus sueños: conocer a Ronaldo, su jugador preferido, que estará presente en la ceremonia del lunes en Zúrich.