Hasta que dijo adiós. Manuel Burga se despidió de la presidencia de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) para dar paso a la gerencia de Edwin Oviedo, no sin antes brindar un discurso en contra de los periodistas y destacando su carrera de 12 años en el cargo.
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“Vamos a ver si otorongo periodista come a otorongo periodista o si hay silencio cómplice como hasta hoy. Esa es nuestra prensa. Hoy perdida entre la más noble de las profesiones y el más vil de los oficios. Quien en muchas oportunidades manipula y se escuda en la concertación. No informan todo, solo lo que quieren que se sepa”, dijo Burga refiriéndose a los supuestos logros de su gestión.
“Tengo una certeza que por lo menos habrá una sanción moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición”, agregó.
Acerca del fútbol peruano, Burga sugirió que “no piensen en más jugadores extranjeros. Piensen y den cabida a más jugadores peruanos jóvenes. Háganlo por convicción y no por reacción”.
Finalmente, Burga acabó con la siguiente frase para el recuerdo: “Ahora me despido con una vieja frase: ’Los viejos soldados nunca mueren, solo se desvanecen’. Y como los viejos soldados de la balada, cierro mi carrera en el fútbol profesional y simplemente me desvanezco, un soldado que tan solo intentó cumplir con su deber como Dios se lo dio a entender”.