Tras la derrota del Real Madrid ante el Atlético por la Supercopa española, Cristiano Ronaldo tuvo que soportar las burlas de la hinchada rival en los exteriores del estadio Vicente Calderón.
Como el bus no avanzaba, Ronaldo respondía a los insultos desde la ventana del bus con sendas sonrisas y unos cuántos besos, siendo captado por los programas deportivos españoles.