Hace 10 años, a principios del 2004, el holandés fue sometido a una cirugía para erradircar un cáncer testicular. En ese momento, Robben jugaba para el PSV, ya era seleccionado de su país y logró recuperarse totalmente. Ese mismo año fue vendido al Chelsea (después de que el Manchester United no llegó a un arreglo con el PSV).
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Un libro que le sirvió a Robben durante su enfermedad fue la autobiografía de Lance Armstrong, la cual trata la historia de éxito del ciclista. Claro que en ese momento no se habían comprobado las trampas del estadounidense.
“Estaba muy asustado, fue un momento difícil, en el que el futbol ya no era importante. La espera fue terrible por algunos días; no sabía qué me iba a pasar, después llegaron las buenas noticias y sentí un alivio enorme”, dijo en su momento para la revista del Chelsea.
“El futbol es mi vida pero lo más importante es tener salud. Eso le puede pasar a cualquier hombre en cualquier momento y tener consecuencias terribles”, señaló el holandés, hoy criticado por la manera de buscar faltas pero a la vez reconocido como uno de los mejores del Mundial.