Tras las mareas en Rio de Janeiro para el debut frente a Bosnia (2-1) y en Belo Horizonte para el agónico triunfo ante Irán (1-0), es el turno ahora de la ciudad del sur de Brasil, situada a 630 km del paso fronterizo de Uruguayana.
PUBLICIDAD
Las autoridades y la policía se encuentran en estado de alerta por temor a que se produzcan desbordes ante la evidente imposibilidad de que todos los que llegan a Porto se hagan con una entrada.
“Para muchos es una oportunidad única en nuestra vida, ver un partido de la selección en un Mundial con Messi”, dijo a la AFP Adrián González, de 38 años y que llegó el lunes desde Santa Fe con dos amigos, los tres con biletes.
Los medios argentinos hablaban de unos 100.000 hinchas y los diarios de Porto Alegre de hasta 200.000 visitantes. El consulado argentino, consultado por la AFP el martes, no brindó una cifra precisa.
El estadio Beiro Rio tiene capacidad para unas 43.000 personas y se estima que unos 19.000 argentinos tienen entradas.
El Fan Fest de Porto Alegre, ubicado a 2 km del estadio, puede albergar hasta 20.000 simpatizantes, lo que dejaría en la calle a unas 60.000 personas si se cumplen los pronósticos.
Para intentar dar cobijo a tanta gente, las autoridades anunciaron que instalarán una segunda pantalla gigante al lado de Fan Fest, señaló el diario Correio do Povo.
PUBLICIDAD
– Reventa a precios estratosféricos – Muchos argentinos se dirigieron al hotel Deville, cerca del aeropuerto, y donde está alojada desde el lunes por la noche la selección de Messi, que este martes celebró su cumpleaños 27.
Otros grupos de hinchas caminaban hacia el estadio para tomarse fotos y ver si podían conseguir alguna entrada en la reventa.
Como fue el caso en el Maracaná y el Mineirao, los precios son estratosféricos para un partido de la primera fase, con un billete cuyo valor oficial es 90 a 175 dólares ofrecido por 700 “verdes” o más.
Fernando, que no quiso dar su apellido, revendía por ese precio un ticket de 90 USD en el lobby del hotel donde se aloja AFP. “Es una entrada que me sobra, no quiero hacer negocio”, comentó.
Tal como fue el caso el sábado pasado en el Mineirao de Belo Horizonte, la policía desplegará un fuerte operativo de seguridad en los alrededores del estadio para evitar que quienes no tienen entradas se acerquen al Beira Rio.
Esta nueva metodología fue implementada tras lo ocurrido hace una semana en el partido Chile-España en el Maracaná, donde más de 80 chilenos fueron detenidos luego de haber irrumpido por la fuerza a través de la entrada para la prensa.
Los gobiernos estatal de Rio Grande do Sul y de la ciudad instauraron un feriado facultativo para la función pública, mientras que los bancos y los comercios estarán abiertos.