Luiz Felipe Scolari, artífice del pentacampeonato en 2002, apostó por una selección que si bien no es tan joven, no tiene prácticamente experiencia en Copa del Mundo. Líderes tiene, pero del mediocampo hacia atrás. La responsabilidad ofensiva recae sobre el ‘garoto’ de 22 años de técnica insolente y blanco de todas las faltas.
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Falta adelante ese líder que se plante al árbitro, que reclame, que imponga el miedo, que tenga experiencia. No hay un Garrincha o un Sócrates, o un Maradona, en el caso de los argentinos. Alguien que no sea sólo talento deportivo sino carácter en el campo.
Scolari nombró cuatro “capitanes” en el campo, tres de ellos en el sector defensivo: Julio Cesar, Thiago Silva y David Luiz.
En el ataque el líder es Fred, el ‘9’ canarinho que ahora está preocupado más por su desempeño que por liderar el ataque. El ariete, que ya disputó una Copa del Mundo en 2006 y marcó un gol, no aparece en el campo y cuando toma un balón o está adelantado o le falla la puntería.
Palabra real
El equipo es prácticamente el mismo de la Copa Confederaciones, pero simplemente no está igual. Los rivales no han sido más duros que los que enfrentaron el año pasado, pero ciertamente comenzarán a serlo. Los cinco peldaños que quedan en la escalera a la final son cada vez más difíciles de subir.
“Ya hablé de Ronaldinho, Kaká y hasta Robinho, que tienen experiencia del mediocampo para el frente. Podría ser aprovechados en la mitad del campo, como titulares o solo en el segundo campo”, estimó el ‘rey’ Pelé, tres veces campeón del mundo.
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Son jugadores que tienen experiencia en Copas del Mundo. Los tres formaron parte del combinado que ganó con Felipao el quinto título en 2002. Su rendimiento futbolístico no es el mejor hoy día pero bien podrían dirigir la orquesta, dar el apoyo necesario para motivar a los atacantes y hacer el gol.
“Necesitamos de un jugador con esa capacidad. Es exactamente lo que nos está faltando porque del mediocampo para atrás estamos muy bien, pero del medio para adelante tenemos muchas dificultades”, siguió Pelé.
De hecho, la zaga de Brasil es de las mejores y más caras del mundo.
¿Pero qué hay del sector ofensivo? Neymar es el principal referente y tiene 22 años. Su única experiencia fue la Copa Confederaciones, que Brasil le ganó a la ya acabada España, con menos presión que en la Copa del Mundo.
Oscar, encendido y apagado respectivamente en sus dos apariciones, es el cerebro de la creación. También tiene 22 años.
Paulinho ha estado ausente y Luiz Gustavo se mueve como un héroe anónimo recibiendo faltas y moviendo el balón, pero tampoco es líder.
Roce europeo
De los 23 jugadores, sólo seis han pasado antes por un Mundial: Julio César, Dani Alves, Maicon, Thiago Silva, Ramires y Fred. Y de ellos sólo dos —Julio Cesar y Maicon— fueron titulares en Sudáfrica-2010 el equipo de Dunga, que fue por cierto un caudillo en sus tiempos de jugador.
La falta de experiencia en Mundiales se complementa con el roce europeo que tienen la mayoría de los convocados (cuatro nada más juegan en clubes brasileños), sostuvo Felipao al anunciar el equipo.
No es el caso del más veterano de la nueva edición de la “familia Scolari”, Julio Cesar. A sus 34 años, quien llegó a ser el mejor portero del mundo juega hoy en la modesta liga estadounidense. Pero siempre gozó de la confianza del entrenador.
Con el Mundial en Brasil son tres Copas del Mundo en su hoja de vida: suplente en 2006 y titular en 2010. En ambos Mundiales Brasil fue eliminado en cuartos de final.
Hasta ahora, Julio César se ha mostrado sólido en el arco. Permitió sólo el autogol de Marcelo. Pero los Mundiales se ganan anotando goles, que por ahora siguen sin salirle a Brasil, temprano y en serie, como están acostumbrados.
