Los jugadores de Racing de Santander renunció a jugar el partido de vuelta por los cuarto de final de la Copa del Rey ante Real Sociedad, debido a la falta de pago.
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La insólita actuación se debió a que la directiva del club, presidida por Ángel Lavín, no renunció a sus funciones luego de cinco meses sin pagar sueldos. Como los dirigentes hicieron caso omiso, los futbolistas cumplieron su amenaza.
En su último duelo contra Real Sociedad, los jugadores de Racing se abrazaron en el centro de la cancha mientras los rivales solo daban pases hasta sacar el balón de la cancha. Como Racing se negó a reanudar el juego, el partido fue finalizado a los 57 segundos de haber empezado.
Los hinchas celebraron la actuación de su equipo bajo el grito “esta camiseta sí la merecéis” y “directiva dimisión”.