El duelo entre el Espanyol y Celta de Vigo llamó la atención del mundo futbolístico no por una espléndida jugada o un golazo, sino por una atajada espectacular del guardameta ‘periquito’ Kiko Casilla.
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El cabezazo del atacante Gustavo Cabral, luego de un córner, parecía un gol seguro para el Celta de Vigo hasta que Casilla logró detener el disparo con la mano izquierda en una espléndida volada. La reacción del arquero hizo que el partido acabe igualado 2-2.
“No sé dónde llegaré, pero nunca puedo dejar de mejorar. Solo intento ayudar al equipo siempre en todo lo que pueda’, declaró Casilla, según informó Mundo Deportivo.