El serbio Novak Djokovic, número uno del tenis mundial, acompañó el viernes la inauguración de una cancha pública en la favela de Rocinha, la mayor de Rio de Janeiro y reconquistada hace un año por la policía del control del narcotráfico, junto al ídolo brasileño Gustavo Kuerten.
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“Esa cancha pública es muy importante, este tipo de centros deportivos traen un mensaje muy importante y positivo. Me siento feliz de poder colaborar con este proyecto y ayudar a varios niños que no tienen condiciones de practicar tenis”, dijo Djokovic, de 25 años, en una rueda de prensa.
Al llegar a la cancha de arcilla, ubicada en un lugar intrincado de esta enorme favela de casi 100 000 habitantes, Djokovic y Kuerten fueron recibidos con aplausos por una veintena de niños, uniformados con camisetas y shorts blancos, con quienes pelotearon algunas bolas.
La cancha de tenis de la Rocinha es la primera que se instala en una favela de Rio de Janeiro y el plan de la gobernación del estado es construir instalaciones similares en cada una de las barriadas reocupadas por la policía tras décadas de control del narcotráfico o las milicias.
El serbio, ganador del torneo anual de Masters ATP de Londres, llegó el viernes a Rio y tiene previsto jugar el sábado un partido de exhibición con el brasileño Guga, de 36 años, exnúmero uno y ganador de tres Roland Garros. El domingo disputará también una partida de fútbol con históricas figuras de la disciplina como Zico, Romario y Bebeto.
“Estoy feliz y agradecido. Tengo que decir que no creía que te enfrentaría algún día y mi deseo se hizo realidad. Tú (Kuerten) eres el favorito, fuiste número uno, ganaste tres Roland Garros”, dijo el serbio que recordó cuando con 17 años conoció por primera vez a Guga. “Me inspiraste mucho”, afirmó.