Entre el surrealismo y aplicaciones llamativas para el día a día, una exposición en Londres, donde se están celebrando los Juegos Paralímpicos, da una nueva visión de las prótesis, convirtiendo brazos y piernas artificiales en obras de arte y reivindicando su visibilidad pública.
PUBLICIDAD
En la entrada de la muestra londinense, el visitante puede contemplar unas láminas de carbono muy célebres, similares a las que utiliza el atleta sudafricano Oscar Pistorius, doble amputado que ha conseguido competir en los Juegos Olímpicos con unas prótesis que se asemejan a las patas de un felino.
En la sala adyacente, una media pierna con uñas postizas de color rosa y un antebrazo tatuado que sostiene una botella de vino y un cigarrillo, proclamando que “no hay ninguna razón para dejar de divertirse”.
Otras prótesis destacan como insólitos objetos decorativos, como una pierna de porcelana, mientras otros son auténticas prendas de moda, como otra realizada por la artista Sophie de Oliveira Barata, hecha de cuero.
En el origen de esta exposición está Priscilla Sutton, de 33 años, que sufrió la amputación de una parte de su pierna derecha por una malformación y que explica que tuvo la idea hace unos años, cuando encontró unas viejas prótesis en el fondo de un armario.
“Me dije que era estúpido guardarlas así, por lo que decidí hacer algo creativo con ellas”, dijo.
Esta mujer australiana pidió a sus amigos y a otros artistas que dieran una ‘segunda vida’ a las prótesis usadas, facilitadas en algunos casos por conocidos o por centros hospitalarios.
Organizó una primera exposición con ellas en 2010, en Brisbane (Australia), y ahora ha sabido aprovechar la oportunidad que le facilita la organización de los Juegos Paralímpicos en Londres, para realizar una muestra en el barrio de Brick Lane, en el este de la capital británica.