Nadie puede cuestionar el esfuerzo de Kevin Durant tras el partido contra Miami Heat por el campeonato de la temporada 2011-2012 de la NBA. El basquetbolista de los Oklahoma City Thunder fue captado camino a los camerinos llorando con sus padres tras perder el juego por 121 a 106.
Por su parte, James LeBron de los Heat vio realizado por fin su sueño de un primer anillo de campeón, pues cargó de nuevo para terminar con un triple-doble de 26 puntos, 11 rebotes y 13 asistencias, apoyado por sus compañeros Mike Miller, con 23 unidades, Chris Bosh 24 y Dwyane Wade 20 cartones.