Cristiano Ronaldo no puede haber pasado por más metamorfosis. De villano a héroe, de inmaduro a líder, de diablo a ángel. Su mal paso contra Dinamarca lo tumbó a lo más bajo de las espectativas de la hinchada, pero su performance contra Holanda lo elevó a la categoría de héroe.
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“Cristiano Ronaldo sí luchará por el Balón de Oro”, proclamó el diario español As tras los dos goles, los dos tiros al palo y la exhibición del domingo ante Holanda, a la que Portugal ganó por 2-1.
Sólo habían transcurrido cuatro días desde su partido ante Dinamarca, aquel que se saldó con un buen número de errores de la estrella portuguesa y de unas polémicas declaraciones hablando del argentino Lionel Messi, su gran rival en la lucha por el Balón de Oro.
Entonces le dijo a un periodista: “¿Sabe dónde estaba Messi en esta altura? ¿Lo sabe? Estaba siendo eliminado en la Copa América en su país”.
Pero el capitán portugués reaccionó con grandeza, llevando a Portugal hacia los cuartos de final de la Eurocopa. Más aun, su selección es clara favorito ante la República Checa para entrar en semifinales. Ante esta perspectiva, ¿quién puede negar que Cristiano Ronaldo renovó (y hasta agigantó) su candidatura al Balón de Oro?
El portugués fue un cañón y, de paso, amplificó sus opciones de ganar el Balón de Oro. La montaña rusa del portugués se sitúa ahora en su pico más alto. Inútil ir más allá del hoy en los juicios a un futbolista de su naturaleza.