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POR ZOË MASSEY
Fotógrafa
@ZoePix
A fines del siglo XIX, como parte de un acuerdo entre los gobiernos de Japón y Perú, llegaron inmigrantes de este país al nuestro. Ellos venían originalmente como mano de obra para las haciendas. Entre 1899 y 1906, llegaron aproximadamente 2.600 japoneses, primero los hombres, luego las mujeres. La mayoría venía desde Okinawa. Para 1941 ya eran aproximadamente 27.000 en nuestro país. Pasaron de ser mano de obra para otros a tener sus propios pequeños negocios en la capital. Hoy, la segunda comunidad inmigrante japonesa más grande de América Latina es la que vive en el Perú.
Hoy, un grupo de artistas peruanos descendientes de inmigrantes japoneses, un grupo nikkei, conmemora los 120 años de inmigración japonesa al Perú con la muestra colectiva La mirada diferente. Aportes de la comunidad nikkei desde las artes visuales.
Los artistas convocados son Tilsa Tsuchiya (1928-1984), Venancio Shinki (1932-2016), Eulogio Nishiyama (1920-1996), Arturo Kubotta, Oswaldo Higuchi, Juan Kawashima (1945-2018) Carlos Runcie Tanaka, Jaime Higa, Eduardo Tokeshi, Guillermo Isa, Patssy Higuchi, Erika Nakasone, Haroldo Higa, Eduardo Hirose, Sandra Nakamura, Maya Watanabe, Kenji Nakama y Arturo Kameya.
Se trata pues de una mezcla de artes plásticas, desde el costumbrismo al abstracto, pasando por la fotografía, la pintura y la escultura. Todo en una sola sala contando su historia. Esta exposición es curada por Juan Peralta (curador, crítico e historiador de arte) y narra a través de las artes plásticas la migración e integración que esta genera como parte de un proceso cultural. Porque toda inmigración tiene un impacto enriquecedor en el país que acoge. La suma de culturas, la prevalencia de las herencias traídas de fuera, las costumbres, son un gran aporte. El arte, en este caso, a través de estos talentosos artistas mantiene vivas historias que podrían desaparecer con los años, cuando las generaciones tras generaciones nacidas de inmigrantes se hayan terminado de fusionar con lo local y lo local con ellos.
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Seamos más abiertos para entender el impacto también positivo de una inmigración, no nos dejemos manejar por titulares tendenciosos que nos generan rechazo al extranjero hoy radicado en nuestro país. Uno nunca sabe qué puede pasar en 120 años y todo lo que podemos aprender en ese tiempo.
La muestra se inauguró esta semana y va hasta el 30 de mayo en el Centro Cultural Inca Garcilaso (Jr. Ucayali 391, Centro de Lima) de 10 a.m. a 8 p.m. El ingreso es libre.
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