Berlín. La Audiencia Provincial de Münster, en el oeste de Alemania, juzga desde hoy a un exguardia de las SS hitlerianas, de 94 años, por su presunta complicidad en centenares de muertes en el campo de concentración nazi de Stutthof, en territorio polaco, entre junio de 1942 y septiembre de 1944.
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El acusado, Johann R., nacido en Rumanía, reconoció haber trabajado como guardia en ese campo, situado cerca de la ciudad de Gdansk, pero afirmó no saber nada de los asesinatos que allí se cometieron.
La Fiscalía está segura de que el acusado era perfectamente consciente del brutal asesinato de los prisioneros del campo y que precisamente por su condición de guardia se pudieron producir muchas de las muertes.
Durante su servicio en Stutthof varios cientos de detenidos, muchos de ellos judíos, murieron en la cámara de gas y ejecutados de un tiro en la nuca, sostiene la acusación.
En Stutthof murieron más de 27.000 personas, tanto en las cámaras de gas, como ejecutadas de un disparo en la nuca, envenenadas, congeladas, por privación de alimentos, extenuados como consecuencia de los trabajos forzados o como resultado de la falta de asistencia médica.
El abogado del nonagenario aseguró antes del comienzo del juicio que su cliente tenía intención de declarar, aunque no precisó cuándo ni de qué manera, informó el diario regional “Westfälische Nachrichten”.
El tribunal ha previsto hasta enero próximo un total de catorce sesiones y dada la avanzada edad del acusado cada vista se extenderá un máximo de dos horas.
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Se presentan como parte civil en el juicio hasta 17 testigos, entre ellos familiares de víctimas de Stutthof y supervivientes del campo de concentración nazi, procedentes de Israel, Estados Unidos, Canadá y Alemania.
Dos expresos de Stutthof testificarán sobre la situación en ese campo de concentración, uno de los que durante más tiempo se mantuvo en pie y liberado un día después del fin de la II Guerra Mundial.
A finales de 1941 era utilizado como campo de trabajo y a principios de 1944 fue instalada una cámara de gas en el recinto.
Dado que el acusado tenía 18 años cuando comenzó su servicio en el campo nazi, el nonagenario será juzgado por un tribunal de menores.
Inicialmente estaba previsto que un segundo acusado, asimismo guardia en el campo nazi de Stutthof, se sentara también en el banquillo de los acusados.
No obstante, el juicio, de llevarse finalmente a cabo, será por separado, al no haberse podido determinar todavía si el acusado está en condiciones de afrontar un proceso.
Fuente: EFE