El vuelo de la empresa low cost Transavia ya había despegado desde Dubai y tomaba su ruta hacia Amsterdam, cuando dos amigos holandeses notaron un extraño olor que no desaparecía a su alrededor.
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El olor vino acompañado con sonidos y eso les dio una pista de lo que pasaba, su compañero de fila iba lanzándose gases impunemente. Los sujetos pidieron al desconocido compañero de asiento que por favor evitara soltar sus flatulencias, ante lo que obtuvieron una respuesta negativa.
Pasó el rato y el sujeto siguió esparciendo su aroma, lo que detonó una fuerte discusión que luego se transformó en una pelea.
Fue tan grande la disputa que el personal de cabina trató de intervenir pero no logró detener el conflicto lo que llevó al piloto de la nave a desviarse de su ruta y aterrizar el Viena.
Según la información publicada por el diario holandés De Telegraf, al aterrizar el avión los tres sujetos fueron detenidos, y un par de horas después puestos en libertad considerando que no habían violado ninguna ley austríaca.
Sobre la situación la aerolínea emitió un comunicado asegurando que su decisión se debió a la política de la compañía de ‘garantizar un vuelo seguro’ para todos sus pasajeros.
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