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La Comisión encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) informó la semana pasada que hay un 64% de probabilidades de que se presente el fenómeno de La Niña este verano (diciembre del 2017 a marzo del 2018). Pero, ¿qué significa eso? ‘El Niño se da cuando las temperaturas del mar están más calientes de lo normal. La Niña es todo lo contrario, cuando las temperaturas del mar están más frías en un rango de medio grado menos’, nos explica Nelson Quispe, subdirector de Predicción Meteorológica del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi).
Esta variación de la temperatura del mar se da por la intensificación de los vientos alisios y la presencia de ondas Kelvin frías. Las consecuencias de La Niña serían un aumento de las lluvias en las regiones andina y amazónica del país.
Además, en la costa, el verano podría ser menos cálido de lo habitual. ‘Sin embargo, aún no podemos determinar en qué medida se presentaría este fenómeno. Usualmente, después de un calentamiento viene un enfriamiento, pero las intensidades pueden variar. No porque tuvimos un Niño Costero tan intenso el 2017 podemos decir que esta Niña va a ser extraordinaria’, afirma.
Por el momento, solo se ha activado el sistema de ‘vigilancia’ de La Niña para que estemos atentos ante la posible llegada de este evento. ‘Lo que tenemos que hacer ahora son trabajos de descolmatación de ríos como medida preventiva. Usualmente las lluvias comienzan a incrementarse en diciembre. Hay que estar preparados’, dice Quispe.
El experto advierte que ante el aumento de lluvias, el caudal de los ríos en la sierra y la selva podría aumentar. Si están llenos de desechos -como residuos de construcciones o basura-, estos podrían llegar a la costa e incluso hasta al mar.
