Bajo el lema ‘con sabor a barrio’ y con una propuesta ‘más cálida e íntima’ con respecto a años anteriores, la feria gastronómica Mistura clausuró ayer, tras diez días, su décima edición, realizada en el Club Revólver del Rímac.
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La Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega), organizadora del evento, informó que 302.139 personas visitaron Mistura, cifra menor a los más de 392 mil visitantes registrados el 2016.
El 10% de los visitantes fueron extranjeros, mientras que otro 15% provino del ciudades del interior. Nuevamente, la zona Brasas fue lo más popular de la feria. Los que más vendieron fueron La Caja China de la Tía María y la Asociación Gastronómica Santa Rosa con su cuy de Lamay.
En cuanto a los anticuchos, los de doña Grimanesa Vargas y los Anticuchos Pascuala se ganaron las preferencias del público. El Chinito lideró el rubro de sánguches, mientras que en barras cebicheras, la Barra de Ronald fue la que tuvo mayor afluencia.
Igualmente, las cebicherías Piscis y Entre las Redes tuvieron enorme acogida. En cuanto a las novedades de esta edición, Apega destacó el chupe de mondongo de El Narifa (Ayacucho), el caldo de gallina acebichado de El Soperito, el guiso de rabo de El Dolo (Cusco) y el chilcano de carachama de La Coconita. Los homenajes no faltaron.
Cocineros emblemáticos, que ya no nos acompañan como Teresa Izquierdo, Tato Calle y Sonia Bahamonde, fueron recordados y otros como Grimanesa Vargas, Félix Yong y Martha Palacios fueron homenajeados.
