0 of 4
PUBLICIDAD
POR ZOË MASSEY
@ZoePix
En este espacio quiero que conozcas casos de gente que un día decidió correr ese riesgo y hoy van viendo el resultado de combinar empatía con compromiso y acción. Gente que entendió que no basta con quejarse, ni mucho menos esperar que alguien más haga el cambio. Quisiera que sepas que sí hay cosas súper buenas pasando en nuestro país y que tal vez nunca las veas en las noticias. Espero que también te contagies de estas historias, que si tienes esa idea loca de hacer algo por un bien común, lo hagas, te lances, te unas a quienes ya están haciendo el cambio por el país en el que queremos vivir. No vale esperar que otros lo hagan por ti.
Kusimayo, el río feliz de Puno
Joaquín de la Piedra, Laura Fantozzi, Ximena Figueroa y Nancy Zamalloa son cuatro personas admirables no solo por lo que están logrando, sino por el perfil bajo que manejan. Aprendo con ellos que no todo es salir en la foto. Joaquín me contaba el año pasado en Juliaca que hasta su familia le reclamaba fotos para ver qué es lo que hace allá.
Desde el 2008, ellos se unieron para enfrentar una durísima realidad en nuestro país: la desnutrición, el frío y el abandono en el que viven miles de peruanos en Puno. ‘Esta es la gente que sobrevive con un promedio de un dólar diario’, dice Joaquín. A unos 40 minutos de Juliaca, el frío puede bajar a los -20 °C. Ellos pastorean para ellos y para otros, nada crece en la zona, salvo algunos tubérculos, y claro, todo eso lleva a enfermedades y niveles alarmantes de desnutrición.
PUBLICIDAD
Kusimayo empezó con ‘Miles de Sueños’, proyecto con el que entregan útiles escolares y artículos de aseo para los niños de Puno. Una nutricionista ha creado el menú de desayuno semanal para ellos. Estos desayunos -preparados por los profesores de la mano de los padres-, se reparten en la escuela cada mañana. Así, ha disminuido el índice de desnutrición y hoy más niños son llevados a la escuela por sus padres. Más importante aún: empiezan a replicar este menú en casa para la familia completa. Trabajo en comunidad por el bien de la comunidad. Esto es posible gracias a que una vez al año en Lima se organiza una feria de arte, ArteFeliz, que crea otra comunidad de ayuda, entre artistas, coleccionistas y público en general. Este año atienden a 434 niños.
Pero ahí no queda Kusimayo. Con ‘Calor para Puno’ mejoran casas ya existentes con paredes y techos aislantes, y un sistema en realidad ‘simple’ de aprovechamiento del calor del sol, que permite que la temperatura dentro de casa suba hasta unos 10 °C.
‘Hace dos años que mi abuela ya no tose’, me dijo Nidia mientras hilaba lana de alpaca en su casa a casi 5.000 m.s.n.m. Las cocinas que antes ‘tiznaban’ la casa, y de paso los pulmones, hoy están en un espacio aparte, tienen chimeneas que sacan el humo fuera. La sonrisa de Joseph cuando me hace entrar a su cocina lo resume todo.
Este cambio en casa se ve en solo 36 horas… 36 horas que cambian la vida de una familia. Hoy los antiguos beneficiarios son contratados por los nuevos para armar casas. El círculo es importante y el agradecimiento enorme. Ya van 392 casas.
Lo último que vienen sumando es ‘Puno Productivo’, invernaderos que permiten cultivar alimentos ajenos a la zona y que jamás crecerían allí por lo hostil del terreno. Cada familia beneficiada es capacitada por campesinos del Cusco y, gracias a esto, hoy pueden comer frutas, vegetales, legumbres y hasta plantas aromáticas que refuerzan no solo su alimentación diaria, sino su economía: ya varios empezaron a vender sus cultivos en los mercados cercanos.
Para lograr esto, la familia debe preparar 1.800 bloques de adobe, el terreno y mantener el compromiso y trabajo que implica este espacio. La albahaca más grande que he visto estaba en uno de esos invernaderos, donde te olvidas que afuera hace frío mientras comes aguaymantos enormes directamente de la mata. De estos ya van 75.
Quise que este fuera el primer caso de agentes de cambio para contarles, ya que el friaje hoy azota de nuevo nuestra puna. Al hablar de esto Joaquín, con dureza, me dice: ‘Ya se empezaron a morir’. Muchos hemos ayudado a los damnificados por las lluvias y huaicos, pero no olvidemos que hay gente que muere por las condiciones extremas en las que vive. Mira más de Kusimayo en esta página web.
Datos de Puno
- De una población de 1,25 millones, 49% no tiene agua corriente, 36% no tiene desagüe y 44% carece de electricidad.
- El analfabetismo alcanza 20%, 27% en niños menores de 12, asistencia al nido es sólo 56% y la desnutrición general es 32%.
- Actualmente, Puno enfrenta un problema mayor; la anemia en niños menores de 3 años alcanza el 82%, y en niños menores de 5, 63%. La anemia aumenta el riesgo de la mortalidad materna y perjudica el desarrollo cognitivo en niños.
- Además, la desnutrición crónica se acerca al 17.8%. Esto significa que, de cada 6 niños, 1 no tendrá la capacidad necesaria para alcanzar su potencial genético completo, 3 de esos no recibirán la educación adecuada y sólo uno estará bien alimentado.
- El costo de mejorar una casa es de 4500 soles… no es tan imposible juntar amigos y lograr ese monto. Piénsalo
Información de www.kusimayo.org
Entrevista a Joaquín de la Piedra y Laura Fantozzi
¿Cómo nace Kusimayo?
JdlP: Nace de la necesidad de hacer, de apagar la tv y tomar acción. Ver que esto pasa siempre y solo lamentarse es hacer nada, no basta con decir, hay que hacer.
¿Qué efectos a corto y mediano plazo van percibiendo?
JdlP: El cambio en una casa es a las 36 horas, con los desayunos es un proceso que va en trabajo conjunto entre promotoras de los PRONOEI, padres de familia y comunidad. Esta gente es parte de los 10 millones de peruanos que viven bajo la línea de pobreza, no viven, sobreviven. Hacer esto cambia el espiral de pobreza y lo convierte en un círculo virtuoso. La buena alimentación no solo impacta en los niños hoy sino en su futuro, están más despiertos en la escuela por eso el aprendizaje es mejor, crecen más sanos, las niñas serán madres bien alimentadas, los niños que nazcan no serán prematuros…y así.
¿Qué es Kusimayo para ti?
bq. LF: Para mi Kusimayo es la posibilidad de hacer realidad un sueño. Poder hacer en lugar de hablar. Es también un aprendizaje constante y una fuente de alegría. Kusimayo quiere decir rio feliz en quechua, eso describe muy bien nuestra filosofía: ser un medio para compartir bienestar y felicidad. Soy muy feliz con cada sonrisa y me emociono cuando en cada pequeña celebración en las comunidades cantamos el himno nacional.
-.
Si no la necesitas, no la pidas. Controlemos el uso innecesario de los materiales de plástico
[pub][ooyala.I1ODViNzE6pHbznXdQZ7foatLdw_x0qW]