Conversamos con el Neurólogo Darwin Vizcarra, Past President de la Asociación Peruana de Medicina del Sueño (APEMES), sobre la importancia de este proceso en el cuerpo humano en el marco del Día Internacional del Sueño.
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¿Cuáles son las consecuencias de un mal sueño?
El sueño sirve para recargar energías y es, además, una técnica de relajación muscular. Busca el equilibrio del sistema nervioso vegetativo con el fin de evitar la alteración la alteración de la presión arterial y el ritmo cardíaco. Adicionalmente, va con el tema del aprendizaje: si nosotros no dormimos no logramos consolidar lo aprendido en el día. Otro tema es la regulación del metabolismo y del sistema inmunológico, que si se altera consigue infecciones. El funcionamiento cerebral es otro punto importante: nuestro cerebro necesita descansar para que genere más espacio de almacenamiento. En general, el sueño es primordial para nuestra salud.
¿Cuantas horas son las ideales para dormir?
En realidad, varía con la edad. Por ejemplo, un recién nacido puede dormir 20 horas al día en el primer mes, mientras que un joven en la pubertad puede descansar 10 horas y un adolescente; un promedio entre 8 y 9 horas. Un adulto promedio y un adulto mayor pueden dormir entre 7 y 8 horas. En un promedio estadístico, se necesita entre 6 y 9 horas para dormir, menos o más de ese tiempo puede generar problemas en la salud y posibles cuadros clínicos.
*¿Cómo dormimos los peruanos? *
La verdad es que mal. Estudios del Instituto Nacional de Salud Mental ‘Honorio Delgado – Hideyo Noguchi” señala que un tercio de peruanos duerme más de seis horas y que de ese porcentaje un grupo presenta problemas de sueño. Muchas de los problemas que vemos en la sociedad como los accidentes, tienen en gran medida el argumento que el chofer no durmió o se quedó dormido durante el trayecto. En realidad este deja de ser un problema individual y se convierte en un tema a nivel macro.
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Muchas personas sufren de la apnea del sueño ¿Se puede morir por esta condición?
Es un trastorno que ha ido creciendo en los años 80 en Norteamérica. En esos años, estudios señalaban que de un 5% a un 10% de la población de dicho sector sufría del problema. En cambio, un estudio realizado en Sao paulo, en los últimos cuatro a cinco años, indica que un 32% de la población de dicho país tiene la apnea del sueño. Como se ve, las cifras han aumentado sustancialmente. La apnea del sueño se da por a factores anatómicos como el paladar y la lengua que restringe el paso del aire, lo que genera la asfixia. También puede ser un tema de peso o de condiciones inflamatorias, así como de alergias. Otras causas también pueden ser el consumo de alcohol o las pastillas para dormir. Cuando esto se produce el cuerpo reacciona como si se estuviera asfixiando. Esta condición si puede acarrear consecuencias importantes, sobre todo para pacientes que sufran de presión alta, sean diabéticas, tengan arritmia cardíaca u otros problemas comunes en los que la apnea puede tener un rol importante.
*Una situación común es que uno tenga sueño durante el día a pesar de haber dormido en la noche, ¿a qué se puede deber esto? *
Eso usualmente puede generarse por trastornos cualitativos o cuantitativos. En cuanto a los cuantitativos, se puede dar por las horas que la persona duerme: pueden ser muchas o pocas. En cuanto a los motivos cualitativos, puede ocasionarse por distintas condiciones como la apnea del sueño, el reflujo u otras condiciones que hacen frágil el sueño e inducen a menor capacidad de concentración durante el día y, obviamente, a tener mucho sueño. Se trata de la calidad del sueño.
Hablando de la calidad de sueño… ¿las pesadillas son signo de alerta de algún problema?
No necesariamente. Todos podemos tener pesadillas periódicamente. Son peligrosas cuando son frecuentes. En ese caso hay que analizar el contenido del sueño y también el mismo hecho de tenerlas. En cuanto al primer tema, las pesadillas suelen ser una expresión de nuestro interior: tal vez estamos angustiados o tenemos algún trauma.
Finalmente, ¿cuáles son las condiciones ideales para dormir?
Son varios temas. Uno de ellos es la regularidad, se debe dormir las horas necesarias para el descanso del cuerpo: ni más ni menos. También se debe cuidar lo que se consume, por ejemplo el café, las gaseosas o los chocolates, que son alimentos que nos mantienen activos. En tercer lugar, hay que tener en cuenta el entorno. Es posible que estemos rodeados de televisores, celulares o computadoras, los cuales son estímulos que hacen nuestro sueño más frágil. Además, también se debe considerar la actividad física. En la medida que hagamos ejercicio cerca a nuestro horario de dormir, nuestro cuerpo se mantendrá más activado y no logrará entrar en un estado de reposo. Por último, es recomendable tener una rutina de relajación, se recomienda mucho realizar una lectura.
