Para la mayoría de los peruanos, el lugar de trabajo no es el sitio más adecuado para el amor. En un estudio de trabajando.com con 1.729 personas, el 63% de los encuestados dijo que jamás tendría (ni tuvo) un romance en su oficina.
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Por su parte, el 21% dijo que no lo ha tenido aún, pero no le importaría experimentarlo; el 12% tuvo anteriormente un romance en su centro de trabajo, pero ‘de manera oculta’; el 2% sigue manteniendo la relación, pero no lo hace público y otro 2% lo tiene aún, pero no lo oculta.
A la pregunta de por qué resulta incómodo tener una pareja en el centro de trabajo, el 57% dijo que lo más difícil es intentar no confundir los roles de pareja y compañero de trabajo.
Por su parte, el 21% dijo que existe un riesgo de que los compañeros de trabajo tomen partido por alguno de los dos; y el 15% cree que no es positivo que la pareja comparta todo el día juntos.
El 7% restante prefiere no manejar información confidencial (como despidos u otros) que pueda afectar a su pareja. ‘Estas relaciones no son un problema siempre y cuando sean transparentes.
El problema viene cuando las emociones no son sanas, sino nocivas’, explica Ernesto Rubio, gerente general de Ronald Career Services Group, consultora en coaching de negocios y manejo de talentos. En nuestro país, no existen leyes que normen esta situación. Sin embargo, algunas compañías sí incluyen este tema dentro de su reglamento interno.
‘No es necesario que se prohíban estas relaciones. Sin embargo, es necesario que se comunique formalmente al jefe directo y a los compañeros de trabajo, sin ocultar nada y sin interferir en las labores’, explica Rubio.
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Para el experto, existen cinco tipos de romances de oficina: la ‘abierta’, que se comunica y se lleva con transparencia; la ‘nociva’, que afecta el ambiente laboral, pues da pie a chismes; la ‘extramarital’, que involucra a dos personas casadas; la ‘eventual’, que suele darse de manera espontánea en reuniones de confraternidad y suele involucrar al alcohol; y la ‘corrupta’, que se da entre alguien de poder y una subordinada.
Esta última es la peor, pues podría aprovecharse para obtener ganancias a costa del trabajo, como utilizar los beneficios del jefe (transporte, viáticos, viajes) para llevar a su acompañante de turno.
MÁS DATOS DEL ESTUDIO:
-40% dijo que tener una pareja está prohibido en su oficina. -60% cree que el amor en la oficina reduce la productividad. -68% cree que el ambiente laboral se complicaría si te enamoras de tu jefe. -13% cree que es difícil separar lo personal de lo laboral.
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