La nueva embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, dijo este viernes que Estados Unidos va a “mostrar su fuerza”, y transmitió una advertencia clara a los contrarios a las políticas del presidente Donald Trump.
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“Para aquellos que no nos apoyan, estamos anotando sus nombres”, dijo Haley a los periodistas en la sede de la ONU en Nueva York.
“Nuestro objetivo con la administración es mostrar valor ante la ONU, y la forma de la que podemos mostrar valor es mostrando nuestra fuerza, nuestra voz y recibiendo el apoyo de nuestros aliados y asegurándonos que nuestros aliados tienen nuestro apoyo también”, señaló.
La exgobernadora del estado de Carolina del Sur hizo sus primeras declaraciones en la sede de la ONU antes de presentar sus credenciales diplomáticas al secretario general de la organización, el portugués Antonio Guterres.
Se prevé que este primer encuentro esté ensombrecido por informaciones de que la Casa Blanca está preparando una orden ejecutiva que podría privar a Naciones Unidas de miles de millones de dólares de apoyo estadounidense.
Haley, de 45 años, hija de inmigrantes indios, dijo estar preparada para una revisión de la ONU y dejo claro que habría cortes.
“Es un momento de fuerza. Es un momento de acción. Es un momento de hacer las cosas”, proclamó.
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“Lo que funciona, lo vamos a mejorar. Lo que no funciona, vamos a intentarlo y a solucionarlo. Lo que parece obsoleto e innecesario, vamos a eliminarlo”, anunció.
Trump ya desestimó a la ONU, calificándola de ser “solo un club de gente que se reúne y pasa un buen rato”.
Estados Unidos es, con diferencia, el mayor contribuidor de la organización, proporcionando el 22% de su presupuesto operativo y financiando el 28% de las operaciones de mantenimiento de la paz, lo que supone un gasto anual de 7.800 millones de dólares al año.
Ante las filtraciones del proyecto de la orden ejecutiva de la Casa Blanca publicadas por diarios estadounidenses, el portavoz de la ONU dijo que Guterres estaba ansioso por hablar con la nueva administración de Trump sobre el camino a seguir.
Guterres, que remplazó a Ban Ki-moon el 1 de enero, hizo un llamamiento para llevar a cabo cambios en la ONU que mejoren su habilidad para responder a las crisis.