El ministro del Interior, Carlos Basombrío, anunció hoy que ya no habrá más compras ni licitaciones de patrulleros y que la Policía Nacional usará unidades que se alquilarán a un proveedor, el cual se encargará del mantenimiento y del cambio del vehículo en caso de que se requiera uno nuevo.
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En conferencia de prensa, Basombrío dijo que los procesos que se realicen durante su gestión se harán “con transparencia y poniendo las prioridades sobre la mesa”, porque en el futuro seguramente tendrá que dar explicaciones sobre los documentos que lleven su firma.
“Nunca más se van a comprar patrulleros. Se hará un sistema en el cual habrá un proveedor que te los alquila y te los va manteniendo, y al tercer o cuarto año te dará un vehículo nuevo. No más compras, ¿para qué más compras?, ¿para que hayan más licitaciones y tengamos las cosas que ya conocemos?”, se preguntó.
El titular del Interior hizo este anuncio luego de señalar que en la Escuela de Suboficiales de Puente Piedra se encuentran alrededor de 1,000 patrulleros adquiridos por la gestión anterior y que no pueden ser usados porque están bajo investigación de la Contraloría General de la República, debido a cuestionamientos en torno a su negociación.
“En Puente Piedra hay unos 1,000 y en Aduanas, otros 500. No los podemos usar todavía, eso es así de crudo y duro. Soy muy crítico con esa compra, porque (los patrulleros) no tenían radio, solo pueden usar gasolina de 95 octanos cuando en el país se quiere tener matriz a gas. Y además no había ninguna razón para comprarlos todos igualitos, sin diferenciar que son para la Selva o Sierra. Asimismo, los carros tienen un motor más grande que los anteriores”, anotó.
No obstante, Basombrío refirió que, pese a todos estos defectos y al gasto que representará mantenerlos y usarlos, el Estado necesita que dichos patrulleros estén operativos, porque urge mejorar la seguridad en las calles a fin de frenar a la delincuencia.
En tal sentido, informó que se ha comunicado con el contralor de la República para buscar que se establezcan todas las responsabilidades acerca de estas compras, pero siempre buscando una fórmula para que esos patrulleros salgan a las calles lo más pronto posible.
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‘Hay sitios donde no los podemos mandar, porque no van a poder operar. Para compensar eso, hay una compra de 700 vehículos que vamos a ampliar a casi 1,000. Se trata de camionetas petroleras con mantenimiento tercerizado que formarán parte de un primer lote, pero luego tendremos 3,000 vehículos paulatinamente a lo largo de los próximos meses’, agregó.
Lamentó que actualmente se desperdicien recursos humanos y presupuesto para el mantenimiento de los 1,500 vehículos que están detenidos (en Puente Piedra y Aduanas) para impedir que se deterioren. ‘Debemos ver que no se bajen las baterías, que las llantas no se arruinen… Es un trabajo inmenso, pero se tiene que hacer, porque no puede ocurrir de nuevo lo de los portatropas (que se estropearon)’, aseveró.
Denunció que el proveedor de estos vehículos patrulleros no ha entregado exactamente lo pedido, y calificó de un “crimen” el hecho de que no se puedan emplear hasta ahora estas unidades para combatir a la delincuencia.
Observaciones
Durante la conferencia, el viceministro del Interior, Ricardo Valdés, dijo que se trata de 2,158 vehículos del mismo tipo que fueron adquiridos durante la gestión anterior del Ministerio del Interior y que ahora están bajo observación.
Detalló que en el Perú ya están 1,500 unidades y que restan 650 que forman parte de esta adquisición que se hizo de gobierno a gobierno (Perú y Corea del Sur) y que llegarán en dos lotes, el 17 de octubre y el 17 de noviembre.
Valdés indicó que la Policía encontró 20 observaciones -por ejemplo, en el tema del GPS- en los 200 vehículos del primer lote que arribó el 17 de junio de este año, lo que impide que puedan ser recibidos y admitidos para labores de patrullaje.
Explicó que algunas de las 20 observaciones son subsanables por el proveedor; mientras que otras son difíciles de resolver.
‘Una vez que todo ello se solucione recién empezaremos un proceso de negociación para ver cómo aquellas observaciones no subsanables pueden ser compensadas por el proveedor’, refirió.
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