El grupo yihadista Estado Islámico reivindicó el martes el ataque a pasajeros de un tren en Alemania.
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Un afgano de 17 años los agredió con un hacha y un cuchillo, y dejó cuatro heridos graves. Dos de ellos están en estado crítico.
En la habitación del joven, que murió abatido por la policía tras huir de la escena de la agresión, se encontró una bandera del Estado Islámico fabricada artesanalmente.
El ministro del Interior de Baviera había explicado que, según un testigo, el atacante habría gritado “Alá es grande” en el momento de la agresión.
El menor había llegado hacía dos años a Alemania, y el año pasado había hecho una demanda de asilo. Vivía desde hacía dos semanas con una familia de acogida en una localidad vecina al lugar donde se produjo el ataque.
Las cuatro personas heridas en el ataque proceden de Hong Kong, según las autoridades chinas, y a una misma familia de cinco miembros.
Es la primera vez que Alemania se enfrenta a un ataque reivindicado directamente por el grupo Estado Islámico, pero las autoridades han reconocido en varias ocasiones que el país era un potencial objetivo de los yihadistas.
Fuente: AFP