La muerte del torero Víctor Barrio, el sábado pasado, continúa causando polémica en España. Activistas antitaurinos buscan salvar a la descendencia del toro, pues de acuerdo a una vieja tradición, toda su estirpe deberá ser enviada al matadero por haber matado a un torero .
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Los activistas lanzaron en redes sociales la campaña #SalvemosALorenza con la que pretendían alertar sobre la inminente muerte de la vaca progenitora del toro “Lorenzo”. Pero fue demasiado tarde: “Lorenza” fue sacrificada días antes de la corrida en la que murió el torero Víctor Barrios debido a su avanzada edad.
Barrio es el primer torero fallecido en el ruedo durante este siglo. En la corrida ocurrida en Teruel, en Aragón, el matador recibió una cornada en la pierna y otra en el pecho, que le atravesó un pulmón.
¿Por qué matar a toda la descendencia?
Según explica el periódico español “ABC”, en la ganadería de Los Maños se vive “una profunda pena”, pues los ganaderos José Marcuello y su hijo Jose Luis deben mandar al matadero “a toda la reata (casta o familia, en el argot taurino) de un toro cuando propinó una cornada mortal”.
De acuerdo con expertos, así se evita que “se reproduzca o se fortalezcan los genes que ocasionan esta conducta anormal de los toros de lidia”, informa el sitio “Publico.es”
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Las críticas tras la muerte del torero… y del toro
Tras la muerte de Barrio, las voces de taurinos y antitaurinos se han hecho escuchar. Los primeros defienden que la tauromaquia es una tradición, mientras que los segundos rechazan el sufrimiento al que el toro es condenado.
Este debate que ha existido desde hace mucho tiempo, tuvo un giro cuando Raquel Sanz, viuda de Barrios, comenzó a recibir mensajes en redes sociales alegrándose del fallecimiento de su pareja. Al respecto, Frank Cuesta -uno de los animalistas más reconocidos en España- explicó: “Una cosa es es estar en contra de la tauromaquia y otra alegrarse de la muerte de un torero”.
Vía Publimetro México
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