Un gobierno regional del centro de España prohibió este jueves matar a los toros durante sus fiestas tradicionales, entre ellas el controvertido torneo del Toro de la Vega, aunque dar muerte al animal seguirá estando permitido en las corridas.
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El decreto aprobado por el gobierno de Castilla y León concierne principalmente a ese festejo, denunciado por los defensores de los animales por su “brutalidad”, que se disputa anualmente en la localidad castellana de Tordesillas, consistente en la persecución de la res por parte de una multitud que la alancea hasta la muerte.
Los animalistas llevaban años intentando que las autoridades prohibieran la sangrienta tradición medieval, anterior a la introducción de la clásica corrida de toros a finales del siglo XVII, y la izquierda prometió acabar con ella si era elegida.
Finalmente, la presión pudo con el gobierno conservador de la región que aprobó “el decreto-ley por el que se prohíbe la muerte de reses de lidia (…) en los espectáculos taurinos populares y tradicionales”, anunciaron en un comunicado.
Una victoria mitigada, sin embargo, dado que el alcalde de Tordesillas, José Antonio González Poncela, anunció que recurrirá el decreto por considerar que es contrario a las leyes que protegen su patrimonio cultural.
La prohibición no afectará a las corridas que, según el responsable regional José Antonio de Santiago-Juárez, son “arte, emoción, belleza, plasticidad y harmonía”.
La decisión pretende acomodar estos espectáculos a las exigencias de la sociedad actual, dijo.
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Aunque prohíbe explicítamente la muerte del toro, el decreto no especifica si se podrá alancear al animal, lo que preocupa a los activistas.
Para Silvia Barquero, presidenta del partido animalista PACMA, la decisión es una victoria parcial pero insiste en la prohibición completa del festival.
“Es el primer paso pero no el definitivo. Esto es un día histórico porque en el gobierno de Castilla y León han escuchado la demanda social”, afirmó a la AFP, precisando que está sin embargo por ver si se permite o no alancear al animal “porque eso provocaría la muerte del toro”.
Los espectáculos taurinos despiertan cada vez más polémica en España en un debate entre la tradición y el respeto por los animales. Numerosas ciudades y regiones tomaron decisiones en su contra.
En Cataluña y las Islas Canarias las corridas están prohibidas y el ayuntamiento de La Coruña, en la región noroccidental de Galicia, suprimió la “feria”, una fiesta anual de encierros y corridas.
Fuente: Andina
