Vivimos conectados. O, al menos, una parte de nosotros lo está. Subimos fotos a Internet , comentamos las últimas noticias en Twitter o colgamos un nuevo selfie en Instagram .
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Sin embargo, en un corto tiempo, las cosas que nos rodean tendrán la capacidad de estar interconectadas unas con otras y podrán emitir datos útiles, en tiempo real, y generar actualizaciones constantes para beneficio de los usuarios.
Esa es la promesa del llamado Internet de las Cosas, una tendencia que empieza a revolucionar el mundo tecnológico y que en breve, lo hará con nuestra vida.
Pero no confundamos esta nueva tendencia con la avalancha de smartphones, tablets y ordenadores conectados día y noche a nuestras vidas. El Internet de las cosas va mucho más allá. Implica una mejora cualitativa de muchos de nuestros objetos cotidianos, que antes simplemente eran elementos de encendido y apagado.
Imagina esto: una lámpara de luz inteligente. El estar conectada a la red de redes le permitirá encenderse minutos antes de que llegues a casa o simplemente la podrás prender de forma remota para que parezca que hay alguien en casa. Sin embargo, el control de la iluminación es solo un paso.
Imagina ahora tener un refrigerador conectado, que monitoree el estado de tus alimentos y te avise con un mensaje en el celular cuando la leche o la carne se han terminado. Incluso, podría ayudarte a controlar tus calorías. ¿Demasiado bueno para ser verdad?
Los expertos ven muchas utilidades en esta nueva tecnología. Más allá de tener todo controlado desde el smartphone, el Internet de las Cosas nos permitirá acceder a toda una serie de información con la que antes no contábamos y con la que podremos hacer mejores decisiones. Por ejemplo, tendremos estadísticas de nuestros gastos de energía y con ello, decidiremos mejor los horarios en que podemos tener la luz prendida en casa. Lo mismo pasará con la cocina, los televisores, los zapatos y hasta nuestros cepillos de dientes. Y no es broma.
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Aquí, te mostramos algunos ejemplos de lo que la Internet de las Cosas podrá hacer por nosotros en muy poco tiempo:
1.-Lavadoras.
Este es el área donde más viene avanzando la tecnología del ‘all conected’. La empresa Whirpool, por ejemplo, ya tiene modelos de lavadoras con conexión a Internet e integración del sistema de compra automática Dash de Amazon. Así, cuando el electrodoméstico detecte, por los ciclos de lavado que lleva realizados, que el detergente está próximo a acabarse, enviará una nueva orden de compra. Con ello, el mensajero de Amazon traerá el producto antes de que se termine.
2.- Refrigeradores.
Samsung presentó recientemente un modelo de refrigeradora inteligente llamado Family Hub Refrigerator. Este tiene una pantalla de 21,5 pulgadas, desde donde se puede visualizar fotografías, compartir notas, recetas y solicitar alimentos a redes asociadas. Además, por medio del smartphone, el usuario podrá ver el contenido del refrigerador desde cualquier lugar gracias a sus tres cámaras internas.
3.- Zapatos.
A inicios de año, la empresa Digistole presentó unos zapatos inteligentes que se pueden controlar mediante una app. Así, el usuario podrá ordenar que se amarren solas y que se calienten cuando haya frío. Por si fuera poco, miden la cantidad de pasos y las calorías de las personas que los usa.
4.- Cepillo de dientes.
Oral B lanzó el año pasado un cepillo de dientes (Experience) que se conecta vía Bluetooth a una app móvil. Gracias a ello, el usuario podrá saber la cantidad de tiempo que le dedica al cepillado, la correcta velocidad y el estado de su salud bucal.
¡A la cañita dile no!
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