La explotación y el turismo infantil se han expandido en el mundo. Así concluye un estudio sobre este delito en las últimas dos décadas y que fue publicado el jueves en Bangkok. Fue realizado por la ONU junto a unas 70 organizaciones.
PUBLICIDAD
‘Aún no sabemos cuántos niños son víctimas de este crimen oculto, porque a menudo no es denunciado, y solo en algunos casos en que los perpetradores son denunciados son realmente procesados’, dijo Dorothy Rozga, directora ejecutiva del informe ECPAT.
La tecnología y el abaratamiento de los viajes son factores clave para explicar el desarrollo de este delito.
Hoy hay más abusadores ocasionales en el sudeste asiático y Latinoamérica, donde la incidencia del abuso sexual infantil “es muy alta en zonas turísticas y pobres.
‘El estudio encuentra que no hay algo como un abusador tipo. Algunos son pedófilos, muchos no. Algunos son hombres, algunas mujeres. Algunos son extranjeros, la mayoría no. Hoy, la mayoría de ellos son del mismo país o región que sus víctimas’, agregó.
Según Rozga, la situación es alarmante porque los abusadores aún tienen muchas chances de quedar impunes.