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Danna Araúz Bravo se vio obligada a madurar en cuestión de días. Su inocencia se vio eclipsada ante la necesidad ocasionada por el terremoto de 7.8 grados que azotó Ecuador hace una semana.
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Lejos de apenarse junto a su familia, la menor de 10 años decidió intercambiar sus juguetes por agua para donarla a quienes lo necesitan. Su historia ha conmovido a todo el país.
Primero quiso ir de casa en casa pidiendo agua, pero su abuela tuvo otros planes para la pequeña Danna.
‘Ella recogió entre la familia arroz, ropa, peluches. Ella insistió y yo le dije hagamos algo: pones unas mesitas, una sillita, un letrero fuera del local y los cambias allí. Pero nunca pensamos que esta idea iba a ser tan bonita’, contó Nancy Barrazueta, abuela de Danna.
La niña logró recolectar 38 galones de agua con unos 40 peluches el primer día. En el segundo día consiguió unos 100 galones más, y el tercero, otros 100. En una semana obtuvo 400 galones.
‘Yo creo que los niños también podemos ayudar. Podemos dar el dinero a nuestros papás para apoyar o también podemos dar esa plata a los niños que tienen cáncer o que son huérfanos, a la gente pobre’, señaló Danna.