Para estos perros es el comienzo de una nueva vida. El criadero de canes para consumo más grande de Corea del Sur fue cerrado, como parte de una política “constructiva” para erradicar el sector. Los animales normalmente son adoptados en Estados Unidos y Canadá.
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Las autoridades pagan hasta 60.000 dólares por el cierre definitivo de estos negocios y el lanzamiento de otras actividades, como la producción de arándanos o de pimientos verdes.
Los surcoreanos comen entre 1,5 y 2,5 millones de perros por año, según estimaciones.
Pero sólo el 20% de los hombres veinteañeros comió carne canina en 2015, contra 50% de los cincuentones o sexagenarios, de acuerdo a un sondeo del instituto Gallup Korea.
El país aprecia cada día más a los perros como animales de compañía, y para alegría de ellos, algunas costumbres se están dejando de lado.
