La presidenta de Brasil insiste en que el proceso de destitución en su contra que adelanta el Congreso es un intento de golpe de Estado de la oposición.
PUBLICIDAD
Descarta renunciar a su cargo y dice que encarará lo que considera una amenaza a la democracia en su país.
‘Preferiría no vivir estos momentos pero que quede claro: Me sobran energía, disposición y respeto por la democracia para enfrentar la conjura que amenaza a la normalidad constitucional y la estabilidad democrática del país’, dijo Rousseff.
Acompañada por juristas y profesores de derecho, afirmó que no cometió delitos que justifiquen la interrupción de su mandato.
Pero la comisión legislativa que adelanta el pedido de juicio política considera que manipuló las cuentas públicas.
Además quieren agregar las acusaciones de un senador quien asegura que la mandataria estaba al tanto de la corrupción en Petrobras.
PUBLICIDAD
SOUNDBITE 2 – Eduardo Cardozo, Abogado del Estado de Brasil (25 segundos en portugués): ‘¿Por qué hacen eso? Porque desde el día siguiente de las elecciones se pretende cuestionar la democracia brasileña, por la cual fue elegida Rousseff. Desde entonces, intentan decir que hubo fraude, que las máquinas de votación no funcionaban y buscan un pretexto para la destitución y el pretexto para una destitución tiene nombre: el pretexto para un juicio político es un golpe’.
La comisión parlamentaria realizó el miércoles la tercera de quince reuniones para resolver el pedido de ‘impeachment’.
Para que tengan validez, el pleno de la Cámara debe realizar igual número de reuniones.
Rousseff debe presentar sus descargos dentro de los 10 primeros encuentros.