El brasileño Joao Pereira de Souza fue tendencia en redes sociales por su inusual historia de amistad con un pingüino. Este albañil de 71 años encontró al animal en 2011 cubierto de petróleo y desnutrido. Lo cuidó por unos meses hasta que el animal, bautizado como Dindim, desapareció sin dejar rastro. Al cabo de unos meses, Dindim regresó donde el hombre que le salvó la vida, y así lleva haciéndolo cada año.
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La historia resulta mágica, pero te contamos que hay una explicación bastante lógica sobre el comportamiento de Dindim, y no es precisamente porque tenga conciencia sobre el agradecimiento y la amistad con humanos.
Arranquemos con algo básico. Las idas y venidas de Dindim coinciden con la época de apareamiento del pingüino de Magallanes (septiembre). La especie normalmente abandona su hábitat en el extremo sur del continente americano y viaja miles de kilómetros al norte para aparearse.
Según la veterinaria y especialista en pingüinos Dyan deNapoli, el animal ha redirigido de alguna manera su instinto reproductor hacia Joao Pereira de Souza. El comportamiento de Dindim muestra efectivamente este trastorno: el pingüino acicala a De Souza como lo haría con una hembra y persigue a otros animales que intentan acercársele como perros o gatos.