Un grupo comando robó el viernes la comisaría, la alcaldía, el registro civil, el correo y el banco de un pequeño pueblo en Argentina, para luego darse a la fuga tras intercambiar disparos con la policía que dejó un delincuente muerto, informaron la policía y testigos.
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El hecho ocurrió en Bernardo de Irigoyen, un poblado de unos 2.000 habitantes en el sur de la provincia de Santa Fe (centro del país), donde un grupo de al menos cuatro delincuentes tomó por asalto los edificios públicos del pueblo, robó y huyó en un golpe que duró unos 10 minutos, indicaron afectados a medios locales.
En su huida protagonizaron un tiroteo con la policía que los interceptó en una ruta cercana. La balacera terminó con un delincuente muerto, mientras el resto huyó en una zona rural de sembradíos.
Los delincuentes irrumpieron el viernes por la mañana en la comisaría, encerraron al comisario en un calabozo y luego fueron al juzgado de paz en busca de una caja fuerte.
“Estaba hablando por teléfono con la puerta del juzgado abierta, uno entró armado, me tiró al piso y me preguntó por la caja fuerte, como no había, me encerró en el baño”, relató el juez Raúl Bonacea al canal de televisión TN.
Los delincuentes ingresaron luego a la alcaldía, que funciona en el mismo edificio, redujeron a la tesorera, le pegaron al alcalde y robaron unos 80.000 pesos (unos 5.000 dólares).
“Pensamos que buscaban el dinero de las jubilaciones que se pagan a través del correo, cerca de 1 millón de pesos (62.500 dólares), pero la remesa a esa hora aún no había llegado”, explicó el magistrado.
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Gran parte de los habitantes de Bernardo de Irigoyen “son gente mayor, los jóvenes emigran en busca de trabajo”, explicó.
Los ladrones también asaltaron la agencia bancaria del pueblo y el correo para alzarse con un botín estimado en unos 270.000 pesos (USD 17.000).
“Todo duró unos diez minutos, fue muy rápido, no sabemos el número exacto que integraba el grupo, entraron en varios lugares en forma simultánea”, explicó el secretario de Seguridad Pública de Santa Fe, Omar Pereyra.
El acceso al pueblo tiene una sóla vía pavimentada y el resto son caminos rurales que estaban intransitables por las lluvias caídas en los últimos días.
“Por eso el operativo cerrojo de la policía logró interceptarlos, pero igual fugaron”, lamentó el juez.