El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, realizará en marzo una histórica visita a Cuba para un encuentro con su homólogo Raúl Castro, un gesto que corona la reaproximación bilateral iniciada en diciembre de 2014.
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Barack Obama acompañado de su esposa, Michelle estará en La Habana el 21 y 22 de marzo, para seguidamente realizar una visita oficial a Argentina, donde planea un encuentro con el nuevo mandatario, Mauricio Macri.
En una nota oficial de dos párrafos, la Casa Blanca informó que además de reunirse con el líder cubano, en La Habana el presidente pretende mantener contactos con “miembros de la sociedad civil, empresarios y cubanos de a pie”.
En la misma nota, la Casa Blanca apuntó que durante el viaje Barack Obama se propone “expresar nuestro apoyo a los derechos humanos”, sugiriendo que el tema podría meterse en la agenda del encuentro con el líder cubano.
Poco antes del anuncio formal, Barack Obama había publicado una serie de cuatro mensajes en la red social Twitter, donde ya había sugerido la posibilidad de discutir sobre derechos humanos.
“Aún tenemos diferencias con el gobierno de Cuba, y voy a tratarlas directamente. Estados Unidos siempre se pondrá del lado de los derechos humanos en todo el mundo”, publicó el mandatario, sin ofrecer mayores detalles de agenda.
En La Habana, la directora del departamento de Estados Unidos en la cancillería cubana, Josefina Vidal, dijo que la visita de Barack Obama “constituirá un paso más hacia la mejoría de las relaciones” entre los dos países.
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Barack Obama “será bienvenido por el gobierno de Cuba y su pueblo con la hospitalidad que lo caracteriza”, dijo Vidal, la diplomática que condujo, por la parte cubana, las conversaciones por el restablecimiento de las relaciones diplomáticas.
Visita que cierra una era
La histórica visita a Barack Obama a Cuba representa la coronación del proceso de reaproximación que Washington y La Habana iniciaron oficialmente el 17 de diciembre de 2014, cuando los dos gobiernos anunciaron el fin de medio siglo de ruptura.
De esa forma, el gesto de Obama de visitar La Habana ayuda a poner punto final a una era que promovió profundas divisiones en toda la región y se había convertido en un obstáculo a las relaciones de Washington con los países latinoamericanos.
Por ello, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, saludó este jueves el anuncio de Obama. “Felicitamos la decisión de Pdte Obama de visitar Cuba y Argentina”, escribió en la red Twitter.
Se trata de la primera visita a Cuba de un presidente estadounidense en funciones en 90 años. El último había sido Calvin Coolidge, quien en 1928 fue recibido en La Habana por el general Gerardo Machado.
Este mismo jueves, Ben Rhodes, asesor de Obama para asuntos de Seguridad Nacional, recordó en un artículo distribuido por la Casa Blanca que Coolidge había viajado a Cuba en un navío de guerra, y señaló que Obama realizará “un tipo diferente de visita”.
Los dos países se encuentran empeñados en intensas negociaciones para remover los escombros de medio siglo de enfrentamiento y avanzar hacia una normalización de sus relaciones bilaterales, con la mirada puesta en la remoción del embargo económico y financiero impuesto por Washington a la isla en 1962.
Los dos países firmaron el martes un acuerdo que autoriza 110 vuelos regulares diarios a la isla, acabando con una suspensión de 53 años.
El miércoles, los ministros de Comercio Exterior de los dos países, Penny Pritzker y Rodrigo Malmierca, iniciaron en Washington una ronda de dos días de conversaciones sobre cambios en la normativa vigente para impulsar el intercambio comercial.