Karen Espejo
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El último reporte del Comité Multisectorial encargado del Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño (Enfen), publicado el viernes pasado, señala que hay un 65% de probabilidades de que su intensidad sea ‘moderada’ en el Perú en lo que resta de este verano.
Mientras tanto, las posibilidades de que sea más bien un Niño ‘fuerte’ o ‘extraordinario’ descendieron significativamente a 15 y 5%, respectivamente. Pese a ello, este fin de semana, el ministro de Agricultura, Juan Manuel Benites, pidió a la población ‘no bajar la guardia’, ya que en ninguno de los casos nos enfrentamos a un evento normal.
Pero ¿qué nos espera frente a un Niño ‘moderado’? Pedro Ferradas, gerente del Programa de Gestión de Riesgo de Desastres de la ONG Soluciones Prácticas, indica que una de las consecuencias más preocupantes de este evento son las sequías en la sierra sur del país y la poca presencia de lluvias en la sierra central.
‘Lima se abastece con las lluvias de estas dos zonas, que normalmente empiezan a fines de noviembre y continúan en diciembre, enero y febrero. Esta es la época en la que se llenan los reservorios de agua para todo el año, pero no ha llovido en diciembre y tampoco vemos lluvias este mes’, explica el especialista.
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Según Ferradas, si en las próximas semanas estas condiciones de sequía persisten, ‘Lima tendrá un problema de desabastecimiento (de agua) muy serio’. Asimismo, hay grandes posibilidades de que haya ‘lluvias fuertes’ en la costa norte y central entre febrero e inicios de abril. No se tratará de lluvias persistentes y continuas, de una o dos semanas, como podría ocurrir con un Niño ‘fuerte’ o ‘extraordinario’. Serán más bien eventos intensos, pero cortos, que se harán presentes de manera sorpresiva.
De hecho, existe una posibilidad de que estas lluvias intensas se presenten en la ciudad de Lima. Estas tendrían magnitudes superiores a las registradas la semana pasada, cuando se generaron diversos aniegos en avenidas como Javier Prado, la Vía Expresa, Tacna y 28 de julio. Incluso, en distritos como Villa María del Triunfo y Villa El Salvador, varias viviendas quedaron inundadas.
Frente a esta posibilidad, Ferradas recomienda acondicionar las viviendas con sistemas de drenaje. Por ejemplo, se deben poner tubos en los techos que impidan la acumulación del agua y faciliten su salida hacia la calle.
Para el especialista, también hay muchas probabilidades de que haya fuertes huaicos en el extremo este de la ciudad, como en Chosica, y la provincia de Huarochirí, en la sierra de Lima. En estos puntos, las familias que habitan cerca a los cauces de ríos deben organizarse para trazar zanjas que permitan la salida del agua.