Pekín estaba el martes nuevamente en alerta naranja por una contaminación récord en el norte de China.
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La situación se mantiene pese al cierre temporal de miles de fábricas para intentar reducir la polución más severa del año.
Una intensa capa de niebla limitaba la visibilidad a unos cientos de metros.
El índice del nivel de contaminación de la embajada de Estados Unidos en Pekín, usado como referencia, indicaba una densidad de 621 partículas finas por metro cúbico de aire.
Es 24 veces más que el máximo fijado por la Organización Mundial de la Salud.
China, principal productor y consumidor de carbón del mundo, es también el mayor contaminador del planeta.
En 2013, sus emisiones de gases de efecto invernadero representaban entre 9.000 y 10.000 millones de toneladas, casi el doble de las de Estados Unidos.
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El país asiático prometió que alcanzará su máximo de emisiones en 2030, y que luego éstas empezarán a disminuir.
Su compromiso es considerado crucial para la conferencia sobre el clima que comenzó esta semana en París.
