El ciudadano Carlos Urrutia Vaccaro, quien fuera golpeado brutalmente por serenos de San Isidro por defender a unas vendedoras ambulantes que estaban siendo desalojadas violentamente, resultó tras el ataque con el tabique desviado, una fisura en la muñeca izquierda y problemas en el oído y visión borrosa.
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Luego de varias horas de ocurrida la agresión, Urrutia Vaccaro de 50 años permanece en observación en el hospital Casimiro Ulloa, donde los médicos determinarán la gravedad de las lesiones provocadas por los serenos.
Su esposa, Sandra Zegarra Cárdenas, dijo a la agencia Andina que cuando sucedió la agresión su esposo se dirigía a cumplir su ruta de trabajo. El labora en el área de cobranzas de una empresa.
Zegarra Cárdenas denunció que la fiscal encargada del caso alega que su esposo atacó a los serenos con un arma blanca y que estos solo utilizaron sus varas para golpearlo.
“Lo que se ve en el video es clarísimo. Cuando ellos lo golpean mi esposo baja de su moto para recoger cualquier cosa con qué defenderse; bien pudo ser una piedra o un palo, lo único que encontró fue ese cuchillito, pero él no lo traía consigo”, aseguró la mujer.
También sostuvo que gracias a la presión de los medios de comunicación, después de cinco horas las vendedoras ambulantes que estaban siendo desalojadas por los serenos lograron ingresar a la comisaría de San Isidro para rendir su manifestación, ya que ellas son testigos de excepción de lo sucedido.
Agregó que la Municipalidad de San Isidro no le ha prestado ningún auxilio y que su esposo está solventando su atención médica con sus propio dinero.