El presidente François Hollande se apersonó a la sala de conciertos Bataclan, en el este de París, donde más de cien personas murieron durante una toma de rehenes el viernes.
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Dijo que Francia combatirá de manera implacable al terrorismo en respuesta a las atrocidades cometidas en la capital.
Atacantes irrumpieron en el teatro con armas de asalto y justificaron sus acciones invocando la intervención francesa en Siria.
Tres de los agresores fueron abatidos por las fuerzas de seguridad.
Atentados simultáneos se registraron en otros cuatro lugares, incluido un estadio de fútbol en el que se jugaba un amistoso entre Alemania y Francia.
Los incidentes reviven el temor en la ciudad después de que a principios de enero la sede del semanario satírico Charlie Hebdo y un supermecado judío fueran blanco de atentados yihadistas que causaron 17 muertos.
