Por Karen Espejo
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La belleza de las orquídeas peruanas ha sido por décadas su bendición y su condena. Se calcula que en el país existen entre 2.500 y 3 mil especies (10% del total mundial).
Sin embargo, muchas de estas plantas están amenazadas o en peligro de extinción por su alta demanda entre viveros clandestinos y coleccionistas extranjeros.
‘En el Perú encontramos orquídeas en costa, sierra y selva. Moyobamba, en San Martín, es la ciudad de las orquídeas, pero hay una especie incluso en Lima, la Chloraea pavoni, que vivía en las lomas y está extinta o casi extinta (no se sabe con exactitud por falta de estudios), debido a la expansión urbana’, explica el ingeniero forestal Giancarlo Bonicelli, miembro del Club Peruano de Orquídeas.
Justamente, para promover su conocimiento, investigación y protección, este grupo organiza la XI Exposición Internacional de Orquídeas en el Parque Reducto Nº 2 de Miraflores (altura de la cuadra 9 de la Av. Benavvides, ingreso por la calle Julio Ramón Ribeyro 490).
La muestra fue inaugurada anoche y estará abierta al público hasta este domingo de 9 a.m. a 6 p.m. (la entrada general cuesta S/.20).
La exhibición reúne más de mil variedades de orquídeas nacionales, arreglos florales y jardines temporales de expositores y cultivadores del Perú. Además, se dictarán cerca de veinte conferencias sobre temas de medio ambiente, cultivo y enfermedades en orquídeas, a cargo de especialistas nacionales y extranjeros.
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‘En el país existen orquídeas de colores, tamaños y formas tan variados como tu mente imagine. Hay algunas que se asemejan a una abeja o a una mosca. Hay algunas con olores desagradables, como hay otras con aromas a chocolate. Las hay de colores vivos y fuertes, oscuras y marrones, casi negras incluso’, cuenta Bonicelli.
En la exposición, por ejemplo, el público podrá apreciar de cerca la Phragmipedium kovachii (de Alto Nieva, Amazonas), uno de los descubrimientos más importantes del mundo de la orquideología, porque se creía extinta, a decir del especialista.
También se exhibirán especies endémicas como la Cattleya máxima alba (que mutó espontáneamente en su hábitat), la Masdevallia (típica de la sierra), entre otras.
