Una voluntaria austríaca filmó clandestinamente este video dentro del mayor campamento de migrantes de Hungría.
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En él se ve a unos 150 migrantes dentro de un cercado empujándose para hacerse con una de las bolsas con bocadillos que les lanzan los policías.
Denuncian que es inhumano alimentarse como animales enjaulados. La policía aseguró que abrió una investigación al respecto.
El martes, la agencia de la ONU para los refugiados había criticado las duras condiciones que se viven en el campo de Roszke.
Esta migrante irakí de 17 años está embarazada y se queja que no ha recibido comida desde que llegó hace tres días. “Este lugar es para animales, no para personas. Los perros están ahí fuera en la calle y yo, ¿aquí dentro?’
El conservador gobierno de Hungría sigue levantando esta barrera de cuatro metros de alto en su frontera con Serbia.
Calculan que debería estar terminada a finales de octubre.
Pero, por el momento, la valla no parece ser un obstáculo para quienes tratan de alcanzar Europa.