Aylan, niño ahogado cuya fotografía indignó al mundo, intensificando todavía más el debate sobre la crisis migratoria en Europa, fue enterrado este viernes junto a su madre y hermano de cuatro años en la ciudad siria de Kobane.
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Los tres murieron en el Mediterráneo cuando trataban de llegar a Grecia desde Turquía huyendo de la guerra en Siria.
Su padre Abdulá, quien regresó a Kobane este viernes, acompañó la caravana con los féretros, que recibieron sepultura en un emotivo funeral.
Mientras, Europa trata de superar divisiones sobre el modo de responder a la crisis y sobre la mesa está un plan para establecer un reparto de solicitantes de asilo entre los Estados miembros.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, desde comienzos de año, más de 350.000 personas han cruzado el Mediterráneo, y más de 2.600 murieron al intentar llegar por mar a Europa.
