Este es el retrato robot del sospechoso de colocar una bomba en un santuario de Bangkok.
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La policía tailandesa sospecha que se trata de un extranjero ayudado por una red de tailandeses.
Ofrecen más de 28.000 dólares por toda información que conduzca a su arresto.
El ataque que se saldó con 20 muertos y más de 120 heridos.
El templo en el que tuvo lugar reabrió este miércoles sus puertas con una pequeña ceremonia budista.
Las autoridades creen que el blanco del atentado eran los extranjeros, y que los autores querían dañar el turismo, uno de los pocos sectores prósperos de la economía tailandesa.