El autocar llevaba a 58 pasajeros, la mayoría de ellos jóvenes de entre 18 y 29 años que habían salido de Bilbao (norte de España) y se dirigían a Ámsterdam.
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El accidente tuvo lugar en La Madeleine, cerca de la ciudad de Lille, hacia las 05H30 (03H30 GMT), en un pequeño túnel con una señal prohibiendo el paso a los vehículos de más de 2,6 metros de gálibo.
Un balance publicado a media jornada por el hospital de Lille dio cuenta de “seis pacientes en estado grave, dos de ellos con pronóstico muy grave”. Un balance anterior hablaba de “cuatro pacientes graves con pronóstico grave y 24 heridos leves”. Veinte víctimas pudieron abandonar el hospital.
Según testimonios de los pasajeros, los heridos más graves estaban en la parte trasera del autocar, donde fueron a parar los escombros provocados por el impacto, y cree que probablemente la parte de atrás estaba más elevada que el resto. Los viajeros, todos ellos de entre 18 y 29 años, esperaban echados en colchones en este pabellón antes de poder regresar a España.
CAMBIARON SU RUTA
Uno de los chóferes, el que estaba al volante en el momento del accidente, estaba bajo custodia policial, indicó la fiscalía de Lille. Las pruebas de alcoholemia y de estupefacientes dieron negativo y se había requisado el tacógrafo, precisó el fiscal de Lille Frédéric Fèvre.
Según la prefectura, los dos chóferes del autocar efectúan el trayecto regularmente pero por alguna razón desconocida decidieron cambiar su ruta habitual.
