Una de las figuras más importantes de los videojuegos, el nipón Satoru Iwata, presidente del grupo japonés Nintendo, falleció este fin de semana a los 55 años de un cáncer, en un momento crucial para la empresa creadora del célebre personaje Mario.
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Su muerte fue anunciada por Nintendo, en un breve comunicado. “Lo había visto en buena forma la semana pasada, era un excelente directivo” se sorprendió vía internet Junichi Masuda, compositor y director de creación de juegos Pokemón
Iwata, considerado un genial desarrollador, empezó a trabajar en Nintendo en 2000 y dirigía el grupo desde 2002, lo que constituyó una fulgurante ascensión en una empresa nipona. Iwata le dio un nuevo impulso con consolas tan emblemáticas como las gamas DS (portátiles) y Wii (modelos de salón).
“Fue él quien amplió la gama de jugadores, extendiéndola a las mujeres y las personas de edad” recuerda el diario Nikkei en su sitio internet.
En un primer tiempo será reemplazado por dos personas, Shigeru Miyamoto (creador de juegos y personajes) y Genyo Takeda, uno de los actuales dirigentes de Nintendo. Iwata enfermó hace unos meses y sufrió una operación que le impidió participar el año pasado en la asamblea general de accionistas.
Más delgado, se reincorporó a su cargo y celebró conferencias de prensa con su entusiasmo habitual. El deceso de Iwata se produce dos años después del fallecimiento de su predecesor, Hiroshi Yamauchi, uno de los padres japoneses de los juegos video, que murió en septiembre de 2013, a los 85 años, aquejado de una neumonía.
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Yamauchi estuvo al frente de Nintendo —que tiene su sede en Kyoto (oeste)— durante más de medio siglo, de 1949 à 2002, cuando fue reemplazado por el ahora fallecido Iwata. Fue el patriarca Yamauchi quien abrió la vía para que Nintendo se convirtiera en los años 1980 en un pionero del videojuego, entonces una naciente industrial.
En plena trasición
Iwata había decidido recientemente implicar a Nintendo en una asociación con la sociedad japonesa DeNA para desarrollar aplicaciones para móviles, aunque insistió en el hecho de que no se trataba de proponer para estos aparatos los mismos juegos que para las consolas.
El objetivo de esta unión era explotar a los célebres personajes de Nintendo, Mario, Pikachu y otros, en las aplicaciones, y administrar de forma común un servicio de usuarios y un programa de fidelidad. La acción del pionero japonés de los videojuegos se disparó un 21% un día después del anuncio de esta asociación.
La súbita desaparición de Satoru Iwata se produce en momentos en que esta nueva estrategia —que los analistas consideran muy prometedora— no ha sido totalmente implementada. “Tengo miedo de que el equilibrio de la empresa se rompa sin Iwata” afirma Satoshi Tanaka, analista de Daiwa Securities.
Satoru Iwata tenía antes de morir muchos más proyectos: había anunciado que una nueva consola, bautizada provisionalmente NX, estaba desarrollándose, y se aprestaba también a presentar un aparato para medir y mejorar la calidad del sueño.