Wolfgang Rangger perdió su pierna en 2007 a raíz de un accidente cerebrovascular.
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Pero ahora dice que siente que tiene de nuevo un pie gracias a esta nueva prótesis que da sensibilidad.
Según él en tan sólo unos días desaparecieron los insufribles dolores fantasma que había tenido que soportar durante años.
Este espectacular resultado fue presentado en Viena por los investigadores de la universidad de Linz.
“Para que la prótesis funcione el resto de los nervios del cuerpo tienen acomodarse para ser accesibles para recibir la sensibilidad de la información. Por eso, el paciente tuvo que someterse a una primera operación en la que los nervios fueron redirigidos a la piel para servir como interfaz”, señala Rangger.
La pierna artificial incluye sensores bajo la planta del pie, que transmiten la información hasta el muñón, permite imitar y reproducir la sensación del miembro perdido.
Seis meses después de la implantación, Rangger corre, monta en bicicleta e incluso escala.
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“Siento el pie, eso es seguro. Todavía no es al 100%, pero ha mejorado mucho. Es una sensación única. Cuando piso una piedra la siento, algo que antes no pasaba. Cada vez entiendo mejor como funciona’.
El costo del prototipo está entre los 11 y 34 mil dólares aproximadamente.
Con la nueva tecnología lista, el profesor Egger ahora espera que pequeñas empresas se unan a y empiecen a construir la prótesis para ayudar a bajar el precio de mercado.
