“Predecimos un crecimiento de 1,8%, hasta los 149 millones de sacos” en 2014, dijo Mauricio Galindo, jefe de operaciones de la OIC, en una conferencia de prensa en la sede en Londres de esta organización que agrupa a los países productores y que acaba de celebrar su reunión semestral.
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“Durante mucho tiempo el mercado norteamericano estaba estancado en términos de crecimiento, o registraba muy poco, y vemos ahora un aumento del consumo de 2,5% en Estados Unidos y de 3,1% en Canadá”, añadió Galindo, basándose de momento en datos provisionales.
El aumento en esta región se concentra sobre todo en la variedad arábica, de mejor calidad que la robusta, la más consumida del mundo.
Es el cuarto año seguido de crecimiento en el mundo después de que sufriera una caída por la crisis mundial, y no parece que la tendencia vaya a frenarse, salvo nuevo cataclismo económico.
“El consumo depende de los ingresos disponibles, es el factor clave en el consumo”, así que las cifras de crecimiento de 2015 “dependerán del ambiente económico (…), pero al menos serán de 2%”, añadió el jefe de operaciones de la OIC.
El primer consumidor mundial de café es la Unión Europea, seguida por Estados Unidos, Japón y Canadá.
En la conferencia de prensa se destacó además el mayor apetito por el café en China, particularmente en las grandes ciudades, donde se registra un aumento anual del consumo de 10%, explicó Galindo.
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El país empieza incluso a producir café, aunque “no se convertirá en otro Vietnam”, el segundo productor mundial por detrás de Brasil y por delante de Colombia, “porque la economía de China no se ajusta al modelo para convertirse en un gran productor”.
Andrea Illy, el presidente de la empresa italiana de café Illy, presente en la conferencia de prensa, abundó en el potencial de China.
“Una vez se me culpó por decir que a largo plazo será uno de los cinco primeros consumidores del mundo. Es pura álgebra”, sostuvo.
“Hay posiblemente 10 millones de consumidores regulares de café en China, pero crecen en porcentaje de dos dígitos. En el plazo de una generación será uno de los principales consumidores, aunque no per cápita”.
La OIC espera una reacción de los precios
El café alcanzó esta semana los precios más bajos en un año, a 128,80 centavos la libra de arábica en Nueva York.
Las lluvias en Brasil y la perspectiva de que la próxima cosecha sea muy abundante contribuyen a bajar los precios.
Sin embargo, Galindo dijo que espera “una reacción en breve” porque los precios ya han absorbido todos los factores que los lastraban, desde los bajos precios del petróleo y la depreciación de las divisas de los países productores.
Además, “tenemos un déficit de producción, el mayor en 10 años”, principalmente por la sequía en Brasil el año pasado, por lo que “es difícil pensar que seguirán las presiones bajistas”.