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(Opinión) Manual para facebookeros

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Por Verónica Klingenberger

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No te gustes por nada del mundo. Nunca pongas ‘Me gusta’ debajo de tu propio status, ni de ningún enlace, video o foto que cuelgues. Nos queda claro que te gusta desde el momento preciso en que decidiste compartirlo.

Piensa bien tu status. Evita ser el que siempre ‘la pasa de locos’ (con el Mediterráneo al frente, a punto de abrir un cava), el orgulloso padre primerizo que cuelga diez fotos de su vástago al día (¡Migue comiendo su primera sandía!), el hipster hermético (algo así pero bailando) o el indignado convencido de que la revolución está a solo un clic (hasta cuándo vamos a permitir que este miserable nos robe la ciudad que es de todos-Foto de Castañeda).

Cuidado con los debates. Aunque Facebook se venda como una red social feliz -a estas alturas ni siquiera existe el botón de ‘dislike’-, cada vez es más común presenciar o tomar partido en airados debates. Cuando realmente quieras compartir tu opinión sobre, digamos, la marcha contra la TV basura, piensa bien tu postura, condénsala lo más que puedas, exponla y aléjate para no volver jamás. Los debates nacionales online suelen ser muy parecidos a los offline: un diálogo de sordos que termina en la piconería de alguno de sus interlocutores. Lo más divertido es verlos desde fuera, pero no siempre es fácil controlar la cuchara.

Nunca caigas en la patería. Elige bien a tus contactos. Invita y acepta solo a amigos y conocidos. Amigos de amigos, no vale. Y conocidos de conocidos, menos. Si debes hacer clic en los ‘amigos en común’ para recordar quién es esa persona, es mejor que la descartes: si no ves a alguien desde hace diez años debe ser por algo. No es paranoia, es precaución. Aunque siempre llega el momento en que muchos de tus contactos son un gigante signo de interrogación. ¿O será la edad?

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Sé discreto sobre tu estado civil. Lamentablemente, Facebook no tiene mucho tacto y cualquier movimiento que hagas en tu perfil será comunicado a todos tus contactos de inmediato. Así por ejemplo, si decidiste quitarte la etiqueta de soltero la notificación que nos llegará a todos será: ‘X ya no está soltero’. Cuando vuelvas a conectarte tendrás 40 dedos pulgares arriba, y decenas de comentarios preguntándote quién es el/la afortunada.

¿Qué personaje de Game of Thrones eres? ¡HODOR! No es necesario que participes en cada quiz de BuzzFeed que veas y menos que publiques los resultados. Lo mismo se aplica a los juegos.

Suave con el acoso. Si te gusta alguien, evita celebrar todo lo que haga o diga. Lo ideal es dosificar tus muestras de afecto o interés; de lo contrario, puedes correr el riesgo de convertirte en su mascota virtual.

Sobriedad ante todo. Nunca bebas alcohol antes de postear algo. Las estadísticas demuestran que el 98% de personas que entran alcoholizadas a esta red social termina cometiendo todos los errores arriba mencionados.

Desactiva tu cuenta. Si ya es muy tarde para salvar tu dignidad online, no te preocupes tanto. En realidad es raro encontrar a alguien que aún sea digno en Facebook. De todos modos hay dos opciones para limpiar tu imagen. Desaparecer por varios días o, la más radical, desactivar tu cuenta. A las pocas horas, lo más seguro es que nadie se acuerde de nosotros. Alivia, ¿no?

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