Las miradas siempre apuntan al Estado cuando se habla de prevención de la violencia contra la mujer. Su rol es clave, pero también es relevante el papel de otros actores como las empresas privadas.
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Sus políticas internas pueden favorecer la cultura de prevención de este flagelo y con ello minimizar costos, pues cada año las empresas peruanas pierden más de 6,7 mil millones de dólares por violencia familiar.
‘Una mujer golpeada o maltratada psicológicamente pierde días de trabajo porque llega tarde, recibió descanso médico o es internada por fracturas o problemas emocionales’, indicó hoy Carmen Omonte, ministra de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.
Ante esta lamentable situación, la ministra señaló que se volverá este año a otorgar el ‘Sello Empresa Segura, Libre de Violencia y Discriminación a la Mujer’, la máxima certificación que da esta cartera a las empresas que fomentan políticas de no violencia contra la mujer.
Al respecto, el ministerio ha establecido un cronograma que en estos momentos se encuentra en fase inicial. Por ahora, las empresas que deseen pueden rellenar una ficha de inscripción para optar a esta acreditación.
El formulario está disponible en la web del ministerio para su descarga. Como parte del proceso, las empresas participantes recibirán capacitación y, en base a ello, deberán autoevaluarse y presentar su expediente al ministerio.
Un comité especial evaluará aspectos como la aplicación de sanciones ante casos de acoso laboral, si hay servicios de consejería y si se realizan actividades hacia la comunidad.
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Las que alcancen los 40 puntos en esta evaluación podrán usar el sello distintivo por dos años.
‘Las empresas son nuestras aliadas estratégicas no solo porque allí se perpetra hostigamiento sexual, sino por que la calidad del trabajo de las mujeres maltratadas se ve afectada’, iidicó la viceministra de la Mujer, Ana María Mendieta.
Al respecto, la Asociación de Exportadores (Adex) valoró ‘este incentivo’ como una manera de que las empresas y la ciudadanía ‘reconozcan el valor intrínseco de igualar las relaciones entre hombres y mujeres y desterrar así toda forma de discriminación’.
