Un reciente estudio de Ipsos Perú, encargado por la ONG Acepta, revela que un 54% de estudiantes de secundaria de Lima Metropolitana ha consumido alguna vez alcohol y el 64% de estos casos lo hizo por primera vez con su familia.
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Luzcarime Figari Gonzales-Vigil, directora general de Acepta, señala que pese a las creencias, invitarle a un niño a tomar en familia es contraproducente. ‘Los padres tienen la idea de que tomar en casa es mejor pero no se dan cuenta de que, automáticamente, los chicos trasladan ese hábito a la calle’.
El estudio fue realizado entre agosto y octubre pasados a 10.909 adolescentes de todos los grados de secundaria, pertenecientes a colegios públicos y privados donde la ONG desarrolla programas de sensibilización (colegios de la Red Acepta).
En el sondeo, los adolescentes señalaron que sus pares empiezan a tomar por ‘presiones de grupo’ o por quedar bien con los demás (59%), por curiosidad (58%), por imitar a amigos (48%) y por diversión (45%).
‘Para el adolescente, la vida social es una prioridad. En esta socialización desarrollan su identidad, son más independentes. La diversión, lamentablemente, está ligada a consumir alcohol’.
El 72% de los encuestados indicó además que muchos de sus compañeros toman para olvidarse de los problemas que tienen. ‘Durante esta etapa, el adolescente tiene que enfrentar demasiadas situaciones nuevas, muy aparte de los problemas que pueda tener en el colegio o en casa. Cuando toma, siente que eso desaparece’.
Para evitar esta mala influencia, Figari Gonzales-Vigil recomienda a los padres estrechar los lazos con sus hijos desde la niñez. ‘Es bueno enseñarles en familia a lo largo del tiempo a saber tomar una decisión independiente y sostenerla’.