El ex presidente Alberto Fujimori pide a una sala superior que ratifique la resolución del 38 Juzgado Penal de Lima que declaró fundado su habeas corpus para reponer teléfono que usaba en el centro penitenciario de la Diroes, cumple su sentencia.
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El Instituto Nacional Penitenciario (INPE), que había apelado el mencionado fallo, fue la entidad que retiró el teléfono de Fujimori después de que concediera una entrevista a una radio sin permiso.
Fujimori, quien ya cumple 25 años de prisión por las matanza de Barrios Altos y La Cantuta, se mostró ofuscado. Dijo estar reducido “a una condición realmente cruel” al no poder comunicarse con nadie.
“Es un asesinato”
El ex mandatario manifestó que se trata de un manejo forzado por parte del INPE y se debe a una interpretación antojadiza y arbitraria del Código de Ejecución Penal.
Señaló que esta acción por parte del INPE busca eliminarlo. “Es un asesinato, un homicidio premeditado y sin dejar huella física. La forma es matando a cuentagotas las neuronas para eliminar a Fujimori”, dijo alterado. “¡Todos los días estoy viviendo una verdadera tortura!”, agregó.
Los jueces le pidieron serenidad. “Vamos a pedirle que se tranquilice”, le dijo uno de los magistrados.
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Hizo mea culpa
Poco después, la audiencia se suspendió para que le midieran la presión arterial.
Al reiniciarse la sesión, un Fujimori más tranquilo comenzó a responder las preguntas de la sala. El ex presidente admitió haber hecho caso omiso de la advertencia que le dio el INPE sobre no dar entrevistas a otros medios. También, dijo que volvió a conversar con un medio periodístico.